Hoy os queremos hablar de Shaftesbury, un pequeño pueblo ubicado al suroeste de Inglaterra que para muchos, incluidos nosotros antes de planificar nuestra ruta por el suroeste de Inglaterra, es bastante desconocido. Se encuentra situado relativamente lejos de los principales puntos de interés de la zona, a unos 50 minutos al oeste de Salisbury, a una hora al este de Glastonbury o Wells y a poco más de una hora al sur de Bath y de la región de los Costwolds, con lo que suele quedar fuera de las principales rutas turísticas por la región.
Sin embargo, Shaftesbury es un lugar con muchísimo encanto, y que sobre todo acoge una de las principales joyas que pudimos conocer en nuestro viaje por esta zona de Inglaterra. Se trata de la Golden Hill o Colina Dorada, la que para muchos es la calle más bonita de Inglaterra, y sin duda es una de las más pintorescas que nosotros hayamos visto nunca. Esta calle nos enamoró de tal forma cuando la descubrimos por internet que decidimos desviarnos de la ruta más típica para conocerla, algo que recomendamos enormemente.
Datos prácticos
Como hemos comentado antes, Shaftesbury se encuentra como a una hora de los principales pueblos que lo rodean. La carretera para llegar es la típica de la zona, muy estrecha y con mucha vegetación prácticamente metiéndose en la misma calzada, con lo que no se puede correr demasiado.
Aparcar en el centro del pueblo es sencillo, pero hay que pagar como en casi toda Inglaterra. En Bell Street hay un parking grande al aire libre que a nosotros nos pareció la opción más cómoda. Si callejeáis un poco también podéis encontrar aparcamiento pero hay que pagar igual. Nosotros como fuimos en domingo nos salió gratis.
Para comer hay varias opciones sobre todo en High Street, que es la calle principal. Nosotros probamos el The John Peel, ya que por ahí está bastante recomendado. A nosotros nos pareció comida bastante de batalla, para llenar la panza por poco dinero pero nada más. Por cierto, no tienen cerveza, algo que yo creo que no nos había pasado nunca.
Qué ver
Lo primero que hicimos al llegar al pueblo es dar una vuelta por High Street, la calle principal. Aquí se puede ver el edificio del Ayuntamiento, la Iglesia de San Pedro y algunas bonitas y antiguas casas de piedra. Todas ellas forman un conjunto bastante pintoresco, un pequeño aperitivo de lo que días más tarde veremos en la zona de los Cotswolds.
Hacia el otro lado se encuentra el Park Walk, un paseo en el que hay algunas zonas ajardinadas y desde el que se tienen preciosas vistas de la zona de campiña que rodea el pueblo. Es un lugar muy chulo para pasear y relajarse.
Volvemos de nuevo a High Street y bajamos por el callejón que se encuentra junto al Ayuntamiento para conocer el rincón que nos ha traído hasta aquí, la fantástica Golden Hill. Es difícil describir con palabras lo bonita que es, hay que estar allí para verla y poder apreciarla. Igualmente cualquier fotografía que puedas hacer no le hace justicia. El sitio es chulísimo, de cuento.
Se trata de una preciosa calle empedrada en cuesta formando una curva, que se encuentra flanqueada por las tan típicas casitas de piedra con techo de paja y por la vieja muralla de la ciudad. Además, la estampa se completa con la vista de la campiña inglesa de fondo. Una imagen de postal.
Justo al comienzo de la calle se encuentra un pequeño museo sobre su historia, que nosotros no visitamos ya que no nos parecía demasiado interesante.
Tras sentarnos un rato a disfrutar del lugar y echar mil fotos, cogemos nuestras cosas y continuamos con nuestro viaje. La verdad es que teníamos dudas sobre si debíamos desviarnos tanto de nuestra ruta para estar en el pueblo apenas un rato, pero finalmente no podemos alegrarnos más de haber tomado esta decisión. Sin duda absolutamente imprescindible si visitas esta zona de Inglaterra.
Para información adicional podéis consultar la web oficial de turismo: https://www.shaftesburytourism.co.uk/
