Legoland es una cadena de parques temáticos infantiles basados en los famosos juguetes Lego. Existen actualmente ocho repartidos en todo el mundo, tres de ellos en Europa, y de ellos el segundo más antiguo es Legoland Windsor, que fue inaugurado en 1996 a escasa media hora de la capital inglesa.
Tenemos que comenzar diciendo que nosotros decidimos ir un par de días aprovechando una ruta por el suroeste de Inglaterra, debido a que nuestro hijo mayor (Dani, 4 años) es un amante de estos juguetes, con los que pasa horas entretenido.
Aquí podéis leer nuestro post sobre la ciudad de Windsor: Una tarde en Windsor, la ciudad más british a orillas del Támesis
Habíamos leído tantas cosas no demasiado buenas que no esperábamos demasiado, y quizás por eso no salimos para nada decepcionados, la realidad es que los niños fliparon y todos lo pasamos muy bien.
En este artículo queremos relatar nuestra experiencia en un día completo en Legoland, desde que te levantas hasta que te acuestas, las cosas buenas, las cosas malas (que también las tiene), y algunos consejos que pensamos que pueden ayudar a disfrutar aún mas de unos días en este parque temático.
Para empezar, hay que tener muy clara una cosa. Legoland no es un parque de atracciones, sino un parque de atracciones infantil. Todo está muy bien tematizado con figuras hechas con Lego por todas partes, la verdad es que es chulísimo como está ambientado, a nosotros nos encantó. Muchas de las construcciones nos parecían verdaderas obras de arte. Pero las atracciones son infantiles. Aunque los adultos se pueden subir en todas ellas, las atracciones están diseñadas según advierte el propio parque para niños desde bebés hasta un máximo de 12 o 13 años. Por tanto, no recomendamos visitar el parque salvo que seas un friki de los Lego o vayas con niños yo diría hasta un máximo de 8 o como mucho 10 años.
LOS HOTELES
Legoland Windsor tiene dos hoteles, el Legoland Windsor Resort y el Legoland Castle. Ambos están situados uno junto al otro, con acceso directo al parque, y justo en el lado opuesto del acceso principal para visitantes. Además, tienen un parking propio gratuito situado justo enfrente de la entrada. El Legoland Windsor Resort es el más económico, el que contiene el restaurante buffet donde se dan los desayunos, un par de bares/cafeterías, la piscina, y donde se realizan todas las actividades de animación. En definitiva donde está todo el jaleíllo. El Legoland Castle es algo más caro y se ve más tranquilo y como más exclusivo. Este solo contiene un restaurante a la carta para las cenas de estilo taberna medieval.
Nosotros compramos el paquete que incluía entrada al parque para dos días y una noche en habitación cuádruple con desayuno en el Legoland Windsor Resort. Los precios, horarios de apertura, etc… varían en función de la fecha. En la página del parque está toda la información:
Todas las habitaciones están tematizadas y las hay de varios tipos. Dani eligió la que estaba decorada en plan caballeros medievales y cuando entró por la puerta había que verle la cara. Hay una habitación principal con una cama de matrimonio grande, un baño bastante completo y una habitación para los niños con dos literas, su propia televisión, juegos, una caja llena de piezas Lego, etc… En fin, todo bastante bonito y conseguido, con muchos detalles.
Además, dejan una hoja con un acertijo que tienes que resolver con los niños para obtener el código de una caja fuerte que hay en la habitación, y en la que hay un regalo sorpresa. Pasamos un rato divertido los cuatros resolviendo el acertijo para abrir la caja.
Una de las quejas que habíamos leído es que todo en general estaba bastante descuidado y viejo, pero no sé si es que íbamos con ese prejuicio tan claro que luego no nos pareció tan mal. Es evidente que el parque lleva abierto más de 20 años, pero en general no nos pareció que las cosas estuvieran dejadas ni mal conservadas.
Hay que tener en cuenta que el checkin se hace a partir de las 15:00, pero no hay problema en llegar antes, dejar las maletas en recepción y disfrutar del parque. Mientras tanto, te dan una tarjeta para que puedas usar los ascensores del complejo y entrar y salir por donde quieras. Cuando llega la hora ya te dan tu llave de la habitación y ellos mismos te suben el equipaje. El checkout hay que hacerlo a las 10:00 como tarde, con lo que si tienes entrada para el parque para el día de salida tienes antes que abandonar la habitación y dejar tus cosas en recepción o en el coche.
COMIENZA UN DÍA EN LEGOLAND
Como tenemos dos niños pequeños, de 4 y 1 año, no necesitamos poner despertador. Antes de las 7 de la mañana ya estamos todos despiertos. Aquí hay que tener en cuenta algunas cosas.
Por un lado hay dos horarios de desayuno que tienes que definir cuando haces la reserva. Estos son a las 7:30 o a las 9:15. Ingenuos de nosotros, lo reservamos para el turno de las 9:15, pero como estábamos tan temprano en pie nos fuimos para las 8 al restaurante y no tuvieron inconveniente en dejarnos pasar. No sabemos si es porque era temporada relativamente baja (finales de septiembre) o qué. El desayuno se hace en el restaurante buffet del Legoland Windsor Resort y no está mal, es bastante completo, variado y con la calidad típica de este tipo de sitios. Más que suficiente.
Aparte de esto poco más hay que hacer hasta la apertura del parque. Todos los días te entregan un papelito con el programa del día (tipo crucero), y lo único que hay a esas horas es un meet and greet con personajes de Lego en la zona donde se realizan todas las actividades de animación, que es en el hall que hay justo en frente del restaurante y de la salida al parque. Realmente el meet and greet consiste básicamente en un personaje de Lego (Kai) que se va dando vueltas por ahí haciéndose fotos con los niños, así que nada del otro mundo.
El horario del parque es variable, pero cuando nosotros fuimos era de 10:00 a 17:00. Esta una de las grandes pegas que le vemos. No entendemos como con lo que valen las entradas , y anocheciendo por encima de las 19:00, el parque se cierra tan pronto dejando solo 7 horas para disfrutar de él. A las personas que se alojan en los hoteles le dan la “ventaja” de poder disfrutar del parque desde las 9:30, pero esto solo es una gran estafa, ya que a esa hora no te dejan acceder prácticamente a ningún sitio del parque (te encuentras empleados por todos lados cortándote el paso), y a lo poco que tienes acceso están prácticamente todas las atracciones cerradas. Así que nada, un engaño.
RECORRIENDO EL PARQUE
Por fin cuando a las 10:00 abre todo el parque comenzamos a poder recorrerlo. Es verdad que el parque no es muy grande pero tampoco es tan pequeño como habíamos leído. El poder recorrerlo en un día o no (entiéndase por recorrerlo disfrutarlo de verdad, montarse en todas las atracciones, ver los espectáculos, las exposiciones con figuras de lego, etc…), dependerá en gran medida de la temporada en qué vayáis. Nosotros habíamos leído que en temporada alta hay grandes colas para todo (típico de este tipo de parques), pero cuando nosotros fuimos no había problema, para nada esperamos más de como mucho unos diez minutos. Por esto, nosotros recorrimos el parque por completo en un día sin problemas, dedicando el segundo día a repetir en lo que más nos había gustado.
El parque se divide en diferentes zonas, como por ejemplo de piratas, caballeros, ninja, vikingos, etc, cada una de ellas muy bien tematizada con una gran cantidad de figuras hechas con Lego.
En todas ellas hay lo típico, unas cuantas atracciones, puestos de comida, los típicos puestecillos de feria y tiendas. A todas las atracciones se pueden subir los adultos y muchas de ellas son para toda la familia, incluidos bebés. En algunas hay límite mínimo de altura que suele ir entre los 90 y los 100 centímetros. Dani que tiene 4 años y mide poco más de un metro sólo hubo una en la que no se pudo subir. Como ya dijimos antes las atracciones son todas bastante suaves y pensadas como mucho para niños de unos 12 años, así que el que busque sensaciones fuertes este no es su lugar. Nosotros tenemos que reconocer que lo pasamos muy bien montándonos con los niños.
Queremos destacar la parte del parque llamada Miniland, que básicamente es un lugar en el que se ha creado un pequeño “mundo” en miniatura con piezas de Lego. Se han reconstruido ciudades como Londres o Amsterdam y zonas emblemáticas de Inglaterra, Escocia, Francia, Estados Unidos, China o Australia con un nivel de detalle increíble. Esta zona nos encantó, nos pasamos un buen rato mirando las diferentes construcciones. Son unos verdaderos artistas las personas que las realizan, utilizando cientos de miles de piezas e invirtiendo cientos de horas de trabajo.
Si os gusta el mundo de la construcción con Lego, en la placita que hay en la entrada del parque hay una especie de museo donde se exponen un montón de construcciones chulísimas, entre las que destacan bustos de personajes famosos o decorados que han utilizado para las Lego películas. También se puede echar un vistazo al taller donde fabrican las piezas.
También hay un museo de Star Wars donde han recreado con Lego decenas de escenas y personajes de las películas.
En cuanto a espectáculos no hay gran cosa. Algún que otro meet and greet que no merece mucho la pena, sobre todo si ya estás alojado en el hotel donde hay personajes todo el día, y un espectáculo que se hace en el lago central que trata sobre un asalto a una isla pirata que si que está bastante gracioso para los niños.
Si queréis comprar cositas para los niños hay unas cuantas tiendas repartidas por todo el parque, pero nuestro consejo es que vayáis directamente a la tienda enorme que hay justo en la entrada. Esta tiene de todo y además está abierta hasta una hora después del cierre del parque (las 18:00 en nuestro caso). Aquí tenemos que decir otra cosa que nos pareció un poco lamentable, y es que si estás alojado en los hoteles y te quedas en la zona de tiendas una vez cerrado el parque, no hay ninguna forma de volver al hotel, tienes que hacerlo por fuera del parque caminando por una acera al borde de la carretera. La verdad es que podrían habilitar una ruta por dentro del parque que comunicara la zona de entrada para visitantes del parque con la zona de hoteles.
COMER EN EL PARQUE
Para comer en el parque hay varias opciones. Una de ellas es comer en el buffet que hay en el propio hotel, pero nosotros no lo hicimos así que no sabemos como estará (si que cenamos aquí, más adelante hablaremos). La otra opción es comer en uno de los puestecillos o cafeterías que hay dentro del parque, que ofrecen básicamente comida rápida. Nosotros probamos un par de ellos y tenemos que decir que la comida teniendo en cuenta como son este tipo de sitios no era mala del todo, pero sí muy cara, así que la relación calidad-precio no era buena.
Nosotros comimos en la cafetería que hay justo en la entrada, junto a la tienda principal, tres bocadillos que no estaban mal, dos bebidas y un mini paquete de patatas, todo ello 30 libras. Un perrito caliente normal y corriente en uno de los puestos, 5 libras.
En fin, comida de supervivencia y cara, pero bueno, no peor que en cualquier otro parque de este estilo.
¿Y CUANDO CIERRA EL PARQUE QUÉ?
Bueno, pues como comenté anteriormente, en la época en que nosotros estuvimos el parque cerraba muy pronto, a las 17:00 de la tarde. En otras épocas se alarga hasta las 19:00. La verdad es que nosotros pensábamos que poco más había que hacer, e incluso pensábamos en darnos una vuelta por Windsor, pero cuando nos dieron el programa con las actividades del día, decidimos quedarnos a ver que tal.
La verdad es que la animación está bastante bien para los niños. En el hall que hay frente al restaurante hay actividades de forma ininterrumpida desde las 17:00 hasta las 22:00 más o menos. Hacen bailes, espectáculos de magia, juegos, concursos de construcción con Lego, hay una sala con varias Play Station para jugar a los juegos de Lego…, en fin, que los niños están más que entretenidos.
Otra opción es ir a la piscina cubierta del hotel. Nosotros no fuimos porque nos pensamos que cerraba más temprano y no nos llevamos bañador ni nada, pero una vez allí nos enteramos de que cierra a las 20:00, así que nos quedamos con las ganas. Eso sí, no es de libre uso, si no que es necesario reservar turno con anterioridad.
Para la cena hay dos opciones. Una es el restaurante buffet del Legoland Windsor Resort y la otra el restaurante a la carta del Legoland Castle. Nosotros cogimos la primera opción así que del segundo no podemos opinar. Lo que sí es importante es que para cualquiera de los dos hay que reservar y cuanto antes mejor, ya que nosotros fuimos sobre las 18:00 a recepción a hacer la reserva y para el del Legoland Castle ya no había y para el buffet apenas quedaban ya para la última hora (que la última hora es tempranísimo ya que cierra a las 20:30).
La cena en el buffet vale 20 libras los adultos (refrescos, agua y zumos incluidos) y 13 libras los niños, aunque a nosotros no nos los cobraron (pensamos que se equivocaron con Dani, como no para quieto yo creo que ni se dieron cuenta de que iba con nosotros). En general está bien, calidad buena y variedad. Lo que no nos gustó nada era que al ser la última hora nos estaban echando claramente, quitándonos continuamente lo que teníamos en la mesa aun sin terminar, quitándonos los cubiertos, etc…, con lo que no cenamos demasiado a gusto. No entendemos que si quieren cerrar el restaurante a las 20:30 den turnos de cena para las 20:15.
Una vez cenados una duchita y a la cama a despedirnos de un buen día en Legoland. Como conclusión decir que en general nos ha gustado, quizá ha ayudado las expectativas bajas que llevábamos, pero solo por ver las caras de los niños y lo que han disfrutado merece la pena lo gastado (que no es barato), y haber invertido un par de días de nuestra ruta en conocer un poco mejor este pequeño mundo construido con piezas de Lego.
Un comentario en «Un día en Legoland Windsor: Guía y consejos»