Qué ver en la ciudad vieja de Praga

Hoy vamos descubrir el barrio más antiguo de Praga, donde la ciudad nació allá por el siglo IX:  la ciudad vieja de Praga o Stare Mesto. Este barrio es hoy en día uno de los más bonitos (y turísticos) de Europa, ya que concentra muchos de los lugares más emblemáticos de Praga como el fantástico y archiconocido reloj astronómico o el mítico Puente de Carlos.

El corazón del Stare Mesto es la Plaza de la ciudad vieja, para muchos la más bonita de Europa. En ella se pueden ver infinidad de edificios de un enorme interés.

En una esquina podemos ver la Casa Storch o Casa de Piedra (siglo XIX). Este edificio se encuentra en el número 16 de la plaza y es fácilmente identificable por las características pinturas de su fachada, entre las que destaca la de San Wenceslao montado a caballo y las de los Reyes Magos.

Justo al lado se puede ver la Casa del Unicornio Blanco. Originalmente se conocía con este nombre a la casa a la izquierda de la anterior, la número 15. Sin embargo, en el siglo XVIII, la farmacia que acogía el edificio fue trasladada al número 17, y ahora fue este otro edificio el que comenzó a llamarse con este nombre. Como curiosidad, en su fachada se puede ver un curioso relieve en el que se ve un cordero con un cuerno, a modo de unicornio. Además, en este edificio solían reunirse allá por 1910 el físico Albert Einstein, que se mudó a Praga en aquella época, y uno de los praguenses más ilustres, Franz Kafka.

Al otro lado se puede ver la Casa de la Campana de Piedra, uno de los edificios góticos más impresionantes de Praga y de los pocos que conserva su aspecto original del siglo XIII. Recibe su nombre por la campana de piedra que decora su fachada. En su interior se puede ver de forma gratuita una capilla gótica a la que se accede por la librería (De 10:00 a 18:00). Actualmente también es una de las sedes de la Galería Nacional y se puede visitar su interior cuando acoge alguna exposición. El horario es de 10:00 a 20:00 y el precio es de 150 coronas (6€), Gratis con Praga Card.

Anexo al edificio anterior se encuentra el Palacio de Goltz-Kinsky, uno de los edificios más llamativos de la plaza. Destaca sobre todos los demás por su fachada de estilo rococó con tonos rosas y dorados que data del siglo XVIII. Una curiosidad es que a finales del siglo XIX albergaba un centro de educación secundaria en el que estudió Kafka, y además su padre tenía una mercería en los bajos del propio edificio. Actualmente acoge algunas exposiciones temporales por ser una de las sedes de la Galería Nacional de Praga.

Encajonada entre todos estos antiguos edificios se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn. De hecho, la imagen de su imponente fachada y sus características torres medio escondidas tras los edificios de la plaza conforman una de las estampas más conocidas de Praga.

El nombre de la iglesia, Tyn, alude precisamente a su situación en la plaza, ya que significa encajado, encerrado, ajustado…

Esta fantástica iglesia gótica data del siglo XIV, cuando la burguesía de esta parte de la ciudad promovió su construcción sobre otro templo originario del siglo X para rivalizar con la Catedral de San Vito que se ubicaba al otro lado del río. De hecho fue construida por su mismo arquitecto (y también el del puente Carlos), Peter Parler. Otro dato interesante es que esta iglesia fue durante bastantes años una de las sedes principales de la iglesia husita.

De su parte exterior lo más llamativo son sus torres góticas de 80 metros de altura que se pueden ver desde toda la ciudad. Además hay que destacar que son asimétricas, algo muy característico del gótico. Aunque la fachada no se puede ver al completo desde la plaza, es recomendable adentrarse en los callejones que la rodean para admirar todos sus detalles.

La decoración del interior es barroca (siglo XVII), ya que la iglesia fue devastada por un incendio y tuvo que ser reconstruida. Lo más destacado que podemos ver es el altar mayor, que está decorado con bonitas pinturas del artista checo Kavel Skreta, el órgano más antiguo de la ciudad (1673) o una pila bautismal del siglo XV. También se puede ver la tumba del astrónomo danés Tycho Brahe, considerado el mejor astrónomo de la historia anterior a la invención del telescopio, el cual murió en Praga en 1601.

Abre de Martes a sábado de 10:00-13:00 y de 15:00-17:00 horas y los domingos de 10:00-12:00 horas. La entrada es gratuita.

Una de las fotos más características de la iglesia se puede hacer desde la torre del Ayuntamiento que se encuentra justo enfrente.

En el centro de la plaza podemos ver la estatua de Jan Hus, un monumento construido entre los años 1903 y 1915 en homenaje al sacerdote Jan Hus, el cual promovió un movimiento reformista durante finales del siglo XIV y comienzos del siglo XV, hasta que fue asesinado en la hoguera en 1415. De este movimiento surgió la conocida como Iglesia Husita, la cual posteriormente se unió a la Reforma de Martín Lutero.

Y la otra iglesia que podemos ver en la plaza es la Iglesia de San Nicolás, un precioso templo barroco (siglo XVIII) en el que destaca su magnífica cúpula. Hoy en día es propiedad de la Iglesia husita y su interior se puede visitar de forma gratuita de lunes a sábado de 10:00 a 16:00 y domingos de 12:00 a 16:00.

Pero de entre todas las joyas de la plaza, nos hemos dejado para el final sin duda la que más brilla sobre todas las demás. Se trata del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja y sobre todo del maravilloso Reloj Astronómico medieval del siglo XV que se encuentra en una de sus fachadas laterales. Posiblemente sea el reloj de este tipo más bonito del mundo, e incluso dice la leyenda que Hanus, el relojero que lo construyó, fue mandado cegar para que jamás pudiera hacer otra obra igual.

El reloj está compuesto de dos esferas. En la esfera de arriba se representan las horas del día en función de las órbitas del sol y de la luna. En la esfera inferior hay un calendario en el que se representan los meses del año y los signos del zodiaco junto con el escudo de la Ciudad Vieja de Praga. Además de esto, a cada hora en punto (entre las 9:00 y las 23:00), se puede ver el famosísimo desfile de los doce apóstoles junto con cuatros figuras que representan la Lujuria, la Vanidad, la Avaricia y la Muerte. Esta es una de las atracciones turísticas principales de Praga, con lo que a cada hora se congregan centenares de turistas para ver el espectáculo.

Dejando a un lado el reloj, la torre del Ayuntamiento también es muy interesante. Lo que queda del antiguo edificio es una torre gótica de 60 metros de altura que fue construida en el año 1338 a la cual es recomendable subir para obtener una de las mejores vistas de la Plaza y de la Iglesia de Tyn. En el interior también se pueden visitar algunos lugares interesantes como una capilla gótica en la que se pueden ver las figuras de los apóstoles desde el interior, algunas bonitas salas y el sótano de origen gótico-románico.

La torre abre de 9:00 a 21:00 salvo los lunes que abre a las 11:00. Las salas, la capilla y el sótano cierran a las 19:00. El precio es de 250 coronas (unos 10€) y durante la primera hora de apertura hay un 50% de descuento.

Nos alejamos ahora un pelín de la plaza por la bonita calle Celetna que está repleta de restaurantes, cafeterías y tiendas, hasta llegar a la Torre de la Pólvora. Esta torre gótica fue construida en en año 1475 con la finalidad de servir como una de las 13 puertas de acceso a la ciudad que formaban parte de la muralla. En aquella época era conocida como la Puerta Nueva, pero allá por el siglo XVII fue utilizada como almacén de pólvora y se la comenzó a conocer por su nombre actual. Su preciosa decoración y su tan característico aspecto ennegrecido la convierten en uno de los símbolos de la ciudad.

Una curiosidad: por debajo de ella pasaban hasta el siglo XIX todos los reyes de Bohemia el día que iban a ser coronados en su paso hacia el Castillo de Praga.

Se puede subir a la parte superior desde la que se tienen fantásticas vistas. Además, en su interior se pueden ver algunas exposiciones sobre la ciudad y se puede apreciar las diferentes obras de ampliación que ha ido sufriendo a lo largo de los años.

Abre todos los días de 10:00 a 22:00 (Cierra más temprano en invierno) y la entrada cuesta 100 coronas (unos 4€). Gratis con la Praga Card.

Anexa a la Torre de la Pólvora, y unida a ésta por un precioso puente cubierto del estilo de la torre, se encuentra el precioso edificio de la Casa Municipal. Llama muchísimo la atención el contraste entre ambos edificios, ya que la Casa Municipal es un edificio mucho más moderno (1912) y de estilo art nouveau. Como dato destacable, este edificio tiene una gran importancia histórica, ya que aquí se declaró la independencia de Checoslovaquia en 1918.

En el exterior hay que fijarse en su fachada principal, donde se pueden ver varias esculturas y un precioso mosaico semicircular. En su interior, merece la pena tomar algo en su cafetería. Es preciosa y te trasladará a la Praga señorial de hace 100 años.

También se puede hacer una visita guiada para ver las principales salas del edificio, entre las que destaca una impresionante sala de conciertos cubierta por una cúpula de cristal (Sala Smetana). Por lo demás, el recorrido te lleva por un montón de estancias decoradas de forma muy diversa, las cuales nos explicaron que están disponibles para reservar para cualquier tipo de evento privado. Es bastante interesante la visita, merece la pena.

El precio del tour es de 200 coronas (8€) y se suele hacer una vez al día a las 16:00, un día en checo y al siguiente en inglés, aunque algunos días hay dos tours o ninguno. Lo mejor es consultar el calendario en su página web y reservar con antelación, ya que las plazas son bastante limitadas y se acaban pronto.

https://www.obecnidum.cz/index.php?cPath=1

Volvemos a la plaza y ahora paseamos en dirección al Moldava por la calle Karlova, una estrecha calle peatonal que desemboca en el Puente Carlos. Es muy bonita para pasear, llena de tiendas y antiguos edificios, aunque también una de las más turísticas.

Junto a esta calle y muy cerquita ya del puente Carlos vamos a visitar el que a nuestro juicio es uno de los grandes olvidados para muchos de los visitantes de Praga: el Klementinum . Se trata de un enorme complejo de edificios que fue construido en el siglo XVI con el objetivo de albergar un colegio jesuíta. Sin embargo, a partir del siglo XVIII dejó de pertenecer a los jesuítas y pasó a utilizarse principalmente como Universidad. Además, en esta época se construyeron algunas de las dependencias más importantes del recinto como son el observatorio o la biblioteca que posteriormente se convirtió en la Biblioteca Nacional.

El recorrido se realiza de forma guiada y la primera parada interesante es la biblioteca barroca, sin duda alguna la joya del recinto. Destacan los frescos del techo obra de Jan Hiebl y la magnífica colección de libros antiguos y globos terrestres que protege. Es considerada por méritos propios una de las bibliotecas más bonitas del mundo y sin duda la visita te trasladará a otra época y de dejará sin aliento.

La visita continúa por la sala de los meridianos, donde se pueden ver algunos antiguos objetos de observación y cálculos astronómicos y de medición meteorológica. Antiguamente esta sala se utilizaba para medir la posición del Sol y las estrellas y por tanto, para controlar la hora de Praga. Es muy interesante.

Finalmente subiremos por las antiquísimas escaleras de madera originales a lo más alto de la Torre Astronómica, a 52 metros de altura, y donde se llevan realizando observaciones astronómicas y mediciones meteorológicas desde 1775, siendo el lugar más antiguo de este tipo de la República Checa. Actualmente es un mirador desde el que se tienen unas fantásticas vistas de la ciudad y donde acaba la visita.

Otro lugar interesante del Klementinum es la Capilla de los Espejos, una bonita sala barroca cuya decoración está protagonizada por el uso de espejos, de ahí su nombre. Podremos ver un órgano del siglo XVIII que se dice fue tocado por Mozart. Nosotros no pudimos visitarla, parece que había un evento y no se podía acceder.

El horario de visitas del Klementinum es de lunes a jueves de 10:00 a 17:30 y de viernes a domingo de 10:00 a 18:00. Hay una visita guiada en inglés cada media hora. El precio es de 300 coronas (12€ aprox).

Una vez acabada la visita no olvidéis echar un vistazo a la Iglesia de San Clemente, que se encuentra en la misma calle Karlova y que también forma parte del complejo del Klementinum. Esta iglesia se construyó sobre la capilla original del mismo nombre alrededor de la cual se comenzó a construir todo el complejo y de hecho es la que le da nombre.

Entre la gran cantidad de joyas que ofrece la ciudad de Praga es casi imposible destacar una por encima de las demás. Pero si hubiera que elegir el lugar más conocido y fotografiado, posiblemente tendríamos que quedarnos con el lugar con el que vamos a terminar nuestro paseo: el magnífico Puente de Carlos.

Su nombre se debe a que fue mandado construir por el emperador Carlos IV en 1357 para sustituir al viejo Puente de Judit, el cual fue destrozado por una inundación. Construido en estilo gótico, el Puente Carlos fue hasta el siglo XIX la única forma de comunicación entre la Ciudad Vieja de Praga y el Castillo a través del río Moldava.

Dice la leyenda, que Carlos IV, aconsejado por astrólogos y otros expertos, decidió iniciar su construcción exactamente el 9 de julio de 1357 a las 5:31. Si colocamos esta fecha de forma numérica, podemos leer 135797531, el cual es in número capicúa formado por números impares y ordenados ascendente y descendentemente. Se consideraba que esto traería buena suerte a la vida del puente. Desde luego que no se equivocaron porque aún hoy en día es espectacular.

Hay varios elementos del puente en los que merece la pena fijarse. Lo primero que llama la atención son las 30 estatuas barrocas que lo flanquean. Éstas fueron añadidas mucho después de su construcción, entre finales del siglo XVII y principios del XVIII. La más conocida es la de San Juan Nepomuceno, la cual se colocó en el lugar donde Juan de Nepomuceno fue tirado al río por Wenceslao IV. Es costumbre poner una mano en la base de la estatua y pedir un deseo. Hay que decir que la mayoría de estatuas que hoy en día se pueden ver en el puente son réplicas de las originales, que se encuentran protegidas en el Museo Nacional y en la ciudadela de Vyhserad.

Las otras maravillas del puente son sus tres torres a modo de puertas que se encuentran en los extremos, una de ellas en el lado de la Ciudad Vieja y las otras dos en el lado de la Ciudad Pequeña.

La Torre de la Ciudad Vieja es contemporánea del puente y es considerada una de las joyas del gótico a nivel mundial. Es impresionante. Además, se puede visitar su interior, donde hay un pequeño museo y se puede subir para admirar las vistas del puente. La entrada vale 150 coronas (6€), pero con la Praga Card cuesta la mitad (3€).

Al otro lado del río podemos ver dos torres unidas por un puente en forma de arco que hace las veces de puerta de acceso a la Ciudad Pequeña o Mala Strana. La más pequeña de ellas se conoce como la Torre de Judit, y es lo único que queda de la época del destruido Puente de Judit (siglo XII). En ella se pueden ver algunos elementos románicos aunque está bastante remodelada. La más grande se conoce como la Torre de la Ciudad Pequeña y fue construida en 1464, bastante después del puente y la Torre de la Ciudad Vieja, en un estilo gótico similar a esta última. Igualmente también se puede visitar, acoge alguna exposición y se puede subir arriba por las vistas.

Es más que recomendable buscar un momento del día en el que no haya mucha gente para disfrutar de la belleza del puente en todo su esplendor. Por ejemplo al caer la noche y sobre todo al amanecer, son momentos ideales para disfrutar del Puente Carlos con una iluminación diferente y muy especial.

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