Qué ver en el Barrio Judío de Praga

El barrio judío de Praga o Josefov es una zona dentro del centro histórico en la cual se tiene constancia de la existencia de comunidades judías desde el siglo X. Durante muchos siglos estas comunidades vivieron en forma de guetto, sin apenas libertades para poder entrar y salir del barrio. Esto cambió entre finales del siglo XVIII y hasta mitad del siglo XIX, cuando gracias al emperador José II se produjo una época de apertura y muchos judíos decidieron abandonar el lugar. De esta época viene el nombre del barrio, Josefov, en honor a José II. Fue finalmente durante la II Guerra Mundial cuando la mayoría de los judíos de Praga fueron enviados a campos de concentración y exterminados, con lo cual el barrio judío dejó de existir tal y como se le conocía hasta entonces.

Hoy en día Josefov es una zona de mucho dinero que alberga los mejores hoteles de la ciudad, tiendas de lujo, cochazos y un montón de elegantes edificios señoriales. Pasear por sus calles descubriendo los recuerdos de su pasado judío es una experiencia que no te puedes perder en Praga.

La entrada a todos los sitios de interés del barrio judío es conjunta y se puede adquirir en cualquiera de las sinagogas. Tanto el cementerio como las sinagogas abren de 9:00 a 18:00 y el precio conjunto es de 500 coronas (20€). Gratis con la Praga Card.

Comenzamos nuestro recorrido por la Sinagoga Pinkas, la cual se encuentra anexa al cementerio. Esta es la segunda sinagoga más antigua del barrio (1535) después de la Vieja-Nueva. El lugar es bastante austero pero interesante, sobre todo porque su interior alberga desde los años 50 el Monumento en honor a las víctimas de la Shoá de Bohemia y Moravia, en honor a los 80000 judíos de la región que perdieron la vida durante el Holocausto. Este monumento consiste en que sus paredes están decoradas con los nombres de todas estas personas.

Además, en la planta de arriba hay un pequeño museo que contiene algunos objetos que ponen los pelos de punta, como dibujos de los niños en los campos de concentración o algunos objetos personales de las personas del barrio durante aquella infausta época. Aunque el espacio es muy pequeño, estuvimos un buen rato mirando toda la exposición. Es verdad que se te pone el cuerpo malo, sobre todo con los dibujos, pero es de obligada visita.

A la entrada de todas las sinagogas, los hombres pueden coger de forma gratuita su kipá. Si bien no es obligatorio llevarla, sí que es recomendable hacerlo por respeto

Desde la sinagoga se accede directamente al cementerio judío de Praga. Este es posiblemente es el lugar más conocido, sobrecogedor, y uno de los más interesantes del barrio. En este cementerio, que estuvo en funcionamiento entre los siglos XV y XVIII, se agolpan más de 10000 lápidas, algunas de ellas con hasta 600 años de antigüedad. Además, se calcula que hay enterradas más de 100000 personas, con lo que podría haber hasta 12 capas de tierra. Un sitio sin duda impresionante, el cual fue considerado por la revista National Geographic como uno de los 10 cementerios más interesantes del mundo.

Por cierto, si queréis conocer otro importante cementerio judío en la República Checa, echar un ojo al siguiente artículo: Conociendo Trebic y su imponente barrio judío

A la salida del cementerio podemos ver la otra sinagoga que lo flanquea, la Sinagoga Klausen. Es la sinagoga más grande del barrio y la única construida en estilo barroco (1694). Alberga parte de la exposición “Costumbres y tradiciones judías”. La otra parte se puede ver justo al lado, en la Sala Ceremonial, un edificio ya del siglo XX que se utilizaba para tareas funerarias.

Continuamos la calle hacia delante y justo enfrente damos con la Sinagoga Vieja-Nueva. Esta es la sinagoga más antigua del barrio y además es considerada la más antigua del mundo actualmente en uso, ya que fue construida en el año 1270. Su curioso nombre viene porque originalmente fue llamada Sinagoga Nueva, pero en el siglo XVI, con la aparición de otras sinagogas más modernas en el barrio, pasó a conocerse como Vieja-Nueva.

La decoración tanto exterior como interior es de estilo gótico bastante sobrio.

Una de las muchas leyendas que circulan alrededor de esta sinagoga dice que en su ático se conservaba el Golem de Praga, una criatura que fue creada a partir de arcilla en el siglo XVI por el rabino Loew (uno de los más importantes de la historia del judaismo) para proteger el guetto.

Bajamos ahora por la calle Maiselova hasta llegar a la Sinagoga Maisel. Fue construida en 1592 por orden de Mordecai Maisel, uno de los alcaldes más importantes de la historia del barrio y a quien debe su nombre. Exteriormente es una de las sinagogas más bonitas de Josefov, pero su aspecto no es el original, sino fruto de una reconstrucción realizada entre finales del XIX y comienzos del XX.

En esta calle se encuentra también el Ayuntamiento judío, un edificio sirvió de sede del ayuntamiento del barrio desde su construcción en 1577 hasta la anexión de Josefov a la ciudad de Praga en el XIX, cuando pasó a usarse como sede de la comunidad judía. Su aspecto actual es de estilo rococó y destacan los bonitos relojes y la torre. Junto a él se encuentra la última sinagoga del barrio, la Sinagoga Alta, pero ninguno de los dos edificios se puede visitar en la actualidad.

Por último vamos a visitar la que para nosotros es la gran joya del barrio judío: la Sinagoga española. En su entrada se puede ver una de las múltiples esculturas que hay por toda la ciudad dedicadas a Franz Kafka. Curiosa cuando menos…

En contraposición a la Vieja-Nueva, esta es la más nueva, ya que se construyó en 1868, y con diferencia es la más bonita de todas. Su nombre viene por su decoración, de estilo mudéjar e inspirado en la Alhambra de Granada, absolutamente impresionante.

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