Chipping Campden es uno de los pueblecitos más típicos de los Costwolds, el situado más al norte ya de camino a Stratford-upon-Avon. Aquí podemos ver la tan característica arquitectura de la zona, uno de los principales motivos que nos ha llevado a hacer este viaje, con preciosas casas de piedra color dorado, entramados de madera y techos de paja.
Lo más recomendable es perderse un rato por uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados de la campiña inglesa. Si lo hacéis descubriréis algunos de los cottages más impresionantes de toda la zona.
Qué ver
El pueblo no tiene demasiada pérdida, ya que básicamente es una calle. Se trata de High Street, donde se encuentran muchas de las casas medievales más bonitas, así como algunos comercios y alojamientos. También aquí mismo se puede aparcar el coche sin problemas y de forma gratuita.
En la misma High Street podemos ver el fantástico Market Hall, una plaza construida en el siglo XVII para albergar el mercado. En aquella época se vivía en la zona una época de gran esplendor económico gracias a la industria de la lana, y el de este pueblo era considerado uno de los mercados principales de toda Inglaterra.
Paseamos un rato para acá y para allá, disfrutando de la tranquilidad que se respira en las calles.
Llegamos hasta el final de High Street para ver la Iglesia de St James del siglo XV y una de las principales de los Cotswolds. Es muy bonita, con una gran torre de planta cuadrada.
Aquí nos llamó mucho la atención una cosa. Como sabéis es muy habitual en las iglesias de esta zona (al igual que hemos visto en otros lugares de Europa) encontrar un pintoresco cementerio rodeándola. Esto forma sin duda una imagen muy misteriosa, llamativa y fotogénica para el turista. Sin embargo, en esta iglesia concretamente vimos como estaban preparando una boda. No pudimos evitar imaginar la entrada de los novios y de los invitados a la iglesia entre las tumbas del cementerio, o también como sería ese album de fotos de recuerdo. Desde luego no es el recuerdo soñado que a nosotros nos gustaría tener de un día como ese, aunque imaginamos que para ellos es algo normal.
Tras esta pequeña reflexión sobre la vida y la muerte, deshacemos nuestro camino de nuevo por High Street y nos dirigimos hacia la zona de Sheep street y la calle B4081. Aunque se encuentra un poquito retirado del centro del pueblo (no os asustéis, no más de diez minutos andando), tenéis que venir obligatoriamente. La recompensa es se pueden ver algunos de los cottages más espectaculares que nosotros pudimos ver en nuestro viaje. Están totalmente restaurados, y hoy en día son residencias de lujo propiedad de gente adinerada, pero siguen manteniendo la esencia del pasado, con sus fachadas color miel y sus techos de paja.
Esta es una de las zonas más pintorescas del pueblo y no os la debéis perder.
