Hoy os vamos a hablar de uno de los sitios prehistóricos más importantes del mundo, y que además es un lugar que desprende una magia y un misticismo muy especial. Se trata del conjunto arqueológico de los Dólmenes de Antequera, formado por los dólmenes de Menga, Viera y Romeral, así como de la Peña de los Enamorados y el Torcal de Antequera. Este conjunto es único y diferente a cualquier otro, y por este motivo tras una dura y larga lucha fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2016.
Vamos a comenzar explicando de forma sencilla lo que es un dolmen: básicamente un dolmen es una construcción en piedra compuesta por varias enormes rocas en posición vertical clavadas en el suelo a modo de “paredes” sobre las cuales se apoya una o varias rocas en posición horizontal a modo de “techo”. Habitualmente estas estructuras eran recubiertas por una capa de tierra compactada o piedras llamada túmulo, formando finalmente una especie de cámara interior que era utilizada principalmente como cámara funeraria. Otra característica muy importante de los dólmenes es que habitualmente estaban construidos con una orientación muy precisa, de tal forma que la mayor cantidad de luz entre en una época muy concreta del año, generalmente el amanecer de los solsticios y equinoccios. Esto demuestra que en aquella época ya se tenían importantes conocimientos de astronomía. El ejemplo más conocido a nivel mundial de este tipo de construcciones es Stonehege, en el Reino Unido.
Estas construcciones son realmente fascinantes y están cargadas de misterio. Es increíble imaginar como hace tantísimo tiempo se levantaron estas moles a base de gigantescas rocas cuidadosamente colocadas en el lugar exacto y con una orientación muy concreta sin ningún tipo de ayuda ni instrumental, y pensar en el motivo que les llevó a hacer esto de forma tan meticulosa.
Información práctica
Los tres dólmenes se encuentran en las afueras de la ciudad. El Romeral es el menos conocido y visitado, y para llegar es imprescindible vehículo ya que es el más alejado y que sepamos hasta allí no llega el transporte público. Menga y Viera se encuentran juntos, y si no se dispone de coche se puede llegar en transporte público o incluso dando un paseo (nada pintoresco) de una media hora desde el centro.
La entrada a los dólmenes es gratuita y su horario es el siguiente:
De martes a sábado, de 09:00h a 18:00h. (En verano cierran a las 15:00h).
Domingo, festivos y lunes víspera de festivo, de 09:00 a 15:00h.
Lunes (no festivos): cerrado.
Donde se encuentran Menga y Viera hay un centro de visitantes desde el que cada cierto tiempo se organizan visitas guiadas gratuitas por ambos dólmenes. Preguntad porque es muy muy recomendable. Además, se está construyendo un museo de la prehistoria que se prevee abra sus puertas en 2020.
Web oficial: https://www.antequerapatrimoniomundial.com/es/dolmenes-de-antequera/
La visita
Nosotros hemos decidido hacer nuestra visita de menos a más, por lo que vamos a comenzar dirigiéndonos al dolmen del Romeral, que es el mas moderno de todos (Edad del Cobre, aproximadamente 2500-3000 años AC).
Lo primero que llama la atención es su túmulo que se conserva en perfecto estado, una de las características que hacen a estos dólmenes únicos, ya que más del 99% de los encontrados en Europa no lo conservan. Cuando entramos en su interior un largo corredor nos lleva a una cámara circular de un importante tamaño para este tipo de construcciones. Adentrándonos en el dolmen nos damos cuenta de la otra importante característica del Romeral: su peculiar orientación. Y es que a diferencia de la inmensa mayoría de dólmenes encontrados y estudiados en el mundo su orientación no es solar sino que es paisajística (algo que caracteriza también al dolmen más importante del conjunto, Menga). El corredor del dolmen se encuentra perfectamente orientado hacia el Camorro de las Siete Mesas, el pico más alto de la Sierra del Torcal.
Tras hacer unas fotos nos dirigimos hacia el centro de visitantes de Menga y Viera. Aquí no hay tanta tranquilidad como en Romeral y está plagado de turistas.
Como comentamos anteriormente recomendamos que os apuntéis a alguna de las visitas guiadas que se organizan periódicamente de forma gratuita. Nuestro guía era genial y nos regalo una visita super amena e interesante. No era el típico guía que se aprende cuatro cosas y las repite como un papagayo, si no que era un arqueólogo que llevaba muchos años investigando en los dólmenes, en incluso había participado en muchos de los descubrimientos que se han hecho en los últimos años. Nos dio un montón de información curiosa e interesante y además contaba todo con una gran pasión, se notaba que disfrutaba mucho con su trabajo. En fin, nos encantó.
En primer lugar nos dirigimos al dolmen de Viera, que es probablemente el más convencional de los tres, ya que su orientación es la más típica de este tipo de construcciones, de tal forma que el sol incide en su corredor con la mayor intensidad durante el amanecer de los equinoccios de primavera y otoño. Dicen que ese momento es espectacular. Por lo demás, el dolmen está formado por un largo corredor al final del cual se encuentra una pequeña cámara funeraria separada del corredor por una gran piedra en la que hay excavada una pequeña puerta de acceso. No se sabe a ciencia cierta la época de la que data, pero se sabe seguro que es posterior a Menga.
Finalmente nos dirigimos a Menga, la gran joya de la corona, ya que es el más grande y antiguo de todos (neolítico, aproximadamente 3500 años AC), y además hay un montón de datos y curiosidades que lo hacen único en el mundo.
Para empezar impresiona su enorme cámara interior, la más grande del mundo. Es tal su tamaño que en su interior colocaron tres inmensas rocas a modo de columnas como medida de seguridad (en realidad no soportan el peso de las rocas del techo, ni siquiera las tocan). Tal es el tamaño de Menga que aquí se encuentra la roca más pesada utilizada en este tipo de construcciones en todo el mundo, un enorme mamotreto de 180.000 kilos, 3 veces más que la más grande de Stonehege. ¿Se puede saber como colocaron esta roca ahí hace 5500 años?
También llama la atención la destreza con la que están trabajadas las inmensas rocas teniendo en cuenta el instrumental del que podrían disponer en aquella época. Encajan unas con otras casi a la perfección. Es inevitable que te quedes un buen rato admirando cada detalle del dolmen y tratando de comprender como lo pudieron hacer.
Hace unos años se hizo uno de los descubrimientos más increíbles, ya que nunca se había visto nada parecido en ningún otro dolmen de mundo. Al final de Menga, oculto tras la última columna, se halló un pozo de casi 20 metros de profundidad que había sido tapado por los pobladores que han habitado la zona posteriormente, probablemente por pastores que habrían utilizado el dolmen para resguardar sus animales. Este pozo ha desconcertado a los investigadores que hasta el momento no han sabido darle una explicación a su ubicación en este sitio, pero lo que es cierto es que hay bastantes datos que hacen pensar que este dolmen es muy diferente al resto y que su utilidad iba mucho más allá de una simple cámara funeraria, y que era más bien un lugar de reuniones y celebraciones. En definitiva, un dolmen único y diferente a cualquier otro que se pueda visitar.
En cuanto a su orientación, también es muy especial, ya está orientado hacia la parte antropomorfa de la Peña de los Enamorados, una bonita montaña con forma de una mujer tumbada de perfil, y más concretamente hacia una cueva donde curiosamente se han encontrado pinturas rupestres. Probablemente en tiempos prehistóricos la montaña era incluso considerada una deidad y a lo largo de los siglos posteriores ha sido protagonista de múltiples historias y leyendas y se ha convertido en todo un icono de la ciudad.
El nombre de la Peña de los Enamorados tiene su origen en una historia sucedida en la época de La Reconquista, cuando Antequera se situaba en una zona limítrofe entre la España cristiana y musulmana. En aquella época había una gran mezcla de culturas en la ciudad, pero la relación entre cristianos y musulmanes no estaba bien vista. Se cuenta que dos jóvenes, él cristiano y ella musulmana, se enamoraron, pero fueron perseguidos y se vieron obligados a huir a la peña, desde donde finalmente se tiraron a vacío abrazados para estar juntos por toda la eternidad.
Hay otros datos curiosos que se han ido descubriendo a lo largo de los años y que añaden aún mas misterio a estas construcciones, ya que hasta la fecha no se ha sabido explicar con exactitud su motivación.
- El centro de las cámaras de Viera, Menga y Romeral se encuentran perfectamente conectadas por una línea recta.
- El dolmen de Romeral se encuentra alineado exactamente entre Menga y la Peña de los Enamorados.
- La profundidad del pozo de Menga es de 19,55 metros, que es exactamente la longitud de su cámara interior.
Si te metes un poco en situación y te trasladas a aquella época es realmente es una visita mágica y por supuesto obligada, donde aprenderemos mucho sobre la forma de vida, pensamientos y enormes capacidades de nuestros antepasados de la Edad de Piedra.
No olvides leer nuestra guía para visitar la ciudad de Antequera: Fin de semana en Antequera, un recorrido por la historia de la humanidad
Y nuestro paseo por el Torcal con niños: Excursión de medio día por el Torcal de Antequera con niños pequeños
3 comentarios en «Guía para visitar los Dólmenes de Antequera»