Korcula es sin duda uno de los pueblos más bonitos de la Costa Dálmata y también de los más visitados y turísticos. Se encuentra ubicado en la isla del mismo nombre sobre una pequeña península que antiguamente estaba separada del resto de la isla, y una de sus características más curiosas es que su casco antiguo está organizado en forma de espina de pez, lo que permite de proteger la ciudad del temido bora, un viento que azota habitualmente la zona del Adriático.
La ciudad es preciosa, toda empedrada y totalmente amurallada, y se pueden visitar interesantes monumentos principalmente de la época veneciana, la de mayor esplendor de la ciudad como en la mayoría de ciudades de Dalmacia.
Sin embargo, el principal reclamo es que se supone que aquí nació el famosísimo viajero y comerciante Marco Polo, e incluso se puede visitar la supuesta casa donde nació. De todas formas, lo único que se sabe a ciencia cierta es que aquí residió su familia y que combatió en la isla de Korcula en una batalla entre venecianos y genoveses, donde fue hecho prisionero y cuando escribió su conocido Libro de las Maravillas.
Cómo llegar
La ciudad de Korcula se encuentra en el extremo este de la isla, a muy pocos kilómetros de la Península de Peljesac, con lo que la mejor opción si vas con coche es ir hasta la ciudad de Orebic, donde se puede dejar el coche aparcado en el puerto y coger un barquito que en quince minutos te lleva al mismo pueblo, justo al lado de la muralla. En septiembre hay barcos cada hora en cada sentido (suponemos que en temporada alta habrá más), y cuesta 3kn por persona y trayecto.
Para pasar con el coche hasta la isla también hay ferrys desde Orebic que llegan hasta el puerto de Domince, a unos tres kilómetros de Korcula.
Si quieres llegar desde otras islas, hay más posibilidades. Toda la información se puede consultar en la siguiente web.
http://www.jadrolinija.hr/en/ferry-croatia
Que ver
Korcula es muy pequeñito y se puede visitar perfectamente en medio día. Este es el mapa con la ruta que nosotros hicimos.
Como hemos comentado anteriormente, la ciudad se encuentra amurallada desde el siglo XIII, y tanto la muralla como sus fortificaciones se encuentran en un gran estado de conservación. Nada más llegar al puerto nos encontramos de frente con la muralla, la Puerta del Mar y algunas fortificaciones, entre las que destaca la Torre Torjun o del Príncipe.
Lo más recomendable es entrar en la ciudad por la bonita Puerta de Tierra, construida en el siglo XV bajo el fuerte Revelin. Lo que más llama la atención es una preciosa y elegante escalinata que se construyó en el siglo XIX para salvar el foso que por aquel entonces rodeaba la muralla.
Justo tras cruzar la puerta nos encontramos con una placita donde se encuentra el Ayuntamiento del siglo XVI, la Iglesia de San Miguel y una pequeña capilla dedicada a la Virgen de las Nieves.
Todo el centro histórico de Korcula está atravesado desde una punta a la otra por la calle San Marcos, con lo que lo ideal es ir recorriéndola y meterse por las callejuelas que salen a ambos lados, donde hay rincones muy chulos donde perderse un rato.
Si desde la plaza del ayuntamiento caminamos en dirección opuesta al puerto se puede ver la Iglesia de Todos los Santos (siglo XIV).
Caminando por la calle San Marcos llegamos hasta la plaza principal de la ciudad, la Plaza San Marcos.
Lo primero que llama la atención es la columna del estandarte, de comienzos del siglo XVI y donde se puede ver el escudo de la República de Venecia.
Junto a la columna se encuentran la Iglesia de Gospojina (siglo XV), el bonito Palacio Gabriellis, de estilo renacentista y que actualmente acoge el museo de la ciudad, y el Palacio episcopal, un edificio reformado en el siglo XIX y que acoge un museo con diferentes objetos religiosos procedentes del antiguo palacio. Nosotros no visitamos ninguno de los dos museos ya que no nos parecieron demasiado interesantes.
Lo que si que es muy interesante es la Catedral de San Marcos, un bonito edificio construido entre los siglos XV y XVI y en el que se pueden ver una mezcla de los estilos románico, gótico y renacentista. En el interior lo más destacado es un llamativo y valioso cuadro de Tintoretto llamado San Marcos entre San Jerónimo y San Bartolomé, así como el baptisterio.
También es recomendable subir al campanario, desde el que hay buenas vistas de la ciudad y de todo el entorno.
El horario por lo que vimos varía bastante y no estaba muy claro, aunque se supone que en temporada alta abre de 9:00 a 21:00. La entrada a la Catedral cuesta 10kn y la subida al campanario 25kn por persona.
Junto a la plaza de San Marcos podemos ver la pequeñita Iglesia de San Pedro.
A continuación podemos ver uno de los lugares más turísticos de Korcula, la supuesta Casa de Marco Polo. Sinceramente no nos llamaba mucho la atención el asunto, ya que leímos que no era nada del otro mundo y además ni siquiera se sabe a ciencia cierta si el viajero realmente nació o vivió aquí. Finalmente decidimos no entrar, solo echamos unas cuantas fotos por fuera.
Tras dar un último paseo por las callejuelas de Korcula decidimos regresar al barco para continuar con nuestra ruta. Si se tiene más tiempo se puede hacer una excursión por la isla, que es conocida por ser muy verde y tener unos paisajes y calas preciosos, o visitar el pueblecito de Vela Luka, al otro extremo de la isla. En nuestro caso tendrá que ser para otra ocasión, ya que nos espera la muralla de Ston.
Si estás planeando tu viaje por Croacia, no olvides leer nuestro post con algunos consejos prácticos: Consejos para viajar a Croacia
También puedes leer todo sobre nuestra ruta por Dalmacia aquí: Ruta de una semana por la Costa Dálmata
Un comentario en «Qué ver en la isla de Korcula en medio día»