El pequeño pueblo medieval de Sibenik es para nosotros uno de los más bonitos de Dalmacia e imprescindible si haces una ruta por esta región.
Los primeros indicios de su existencia datan del siglo XI, y como tantas otras ciudades y pueblos de la Costa Dálmata tiene un marcado aire veneciano, ya que perteneció a esta República entre 1412 y 1797, época de la que datan la mayoría de sus monumentos más interesantes.
Sibenik se encuentra ubicado en un entorno precioso, en una pequeña colina a orillas del río Krka muy cerquita de su desembocadura, con lo que desde sus puntos más altos se tienen unas vistas espectaculares del estuario así como de las islas que se encuentran frente a la costa. Hay que pasear por sus estrechas y empinadas callejuelas empedradas, pero sin duda la gran estrella de la visita, y que por sí sola la justifica, es la magnífica Catedral de Santiago, construída entre los siglos XV y XVI y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000. Es considerada uno de los principales monumentos de toda Croacia.
Para los amantes del deporte, este pueblo es conocido por ser el lugar de nacimiento de Drazen Petrovic, uno de los mejores jugadores de baloncesto europeos de la historia y uno de los primeros en triunfar en la NBA, y que murió en accidente de tráfico en 1993 cuando aún se encontraba en activo. Allí es una auténtica leyenda y se pueden encontrar algunos recuerdos suyos.
Cómo llegar:
Sibenik se encuentra muy bien comunicada con el resto del país a través de la principal autopista, la E65. Está ubicada justo a mitad de camino entre dos de las principales ciudades de Dalmacia y de todo Croacia, Split y Zadar, a una hora de cada una de ellas.
Prácticamente todo el centro histórico es peatonal y aparcar cerca es complicado. La mejor zona para dejar el coche es la del puerto, ya que con un poco de suerte se puede encontrar aparcamiento en la calle y en caso contrario hay un par de parkings al aire libre bastante baratos (5kn la hora, unos 0,70€). Nosotros lo dejamos en el que hay en la calle Draga, a 5 minutos andando del centro.
Dónde comer:
Para comer recomendamos un restaurante llamado Torcida, que está en el número 42 de la 58, la carretera que une Sibenik con Trogir, a unos 15 minutos de Sibenik.
El sitio no es nada turístico, al revés, está lleno de gente local comiento buenísima carne a la brasa que puedes ver como hacen allí mismo. Si quieres probar la comida típica y auténtica croata a muy buen precio este es tu sitio.
Que ver:
Sibenik es un pueblo pequeñito que se puede visitar perfectamente en medio día, aunque eso sí, al encontrarse en la falda de una colina hay que ir preparado para subir y bajar unas cuantas cuestas.
Este es el mapa con la ruta que vamos a realizar.
Si se deja el coche en la zona del puerto, se puede entrar en la parte histórica a través del bonito parque Perivoj Roberta Visanija, donde llama la atención la estatua de Petar Kresimir IV el Grande, rey croata del siglo XI considerado el fundador de la ciudad.
Junto al parque podemos ver una iglesia y convento franciscano del siglo XIV, justo donde empieza la zona más bonita de la ciudad.
A continuación nos adentramos en el centro histórico, una zona muy bonita de aspecto medieval con calles muy estrechas y viejos edificios de piedra donde podemos ver la Iglesia de Santa Bárbara, una iglesia pequeñita de estilo renacentista que actualmente acoge el museo diocesano, que nosotros no visitamos.
Finalmente salimos a la Plaza de la República Croata, un lugar precioso donde se pueden ver algunos de los principales monumentos de Sibenik.
El edificio más destacado de la plaza es la espectacular Catedral de Santiago. Esta catedral fue construida entre los siglos XV y XVI, por lo que en ella se mezclan el estilo gótico y renacentista, y en su construcción trabajaron diferentes arquitectos, pero los elementos más destacados y característicos son obra del local Juraj Dalmatinac. Frente a la fachada principal de la Catedral se puede ver una estatua que representa al propio Dalmatinac, obra de uno de los mejores escultores croatas del siglo XX, Ivan Mestrovic.
Hay que fijarse especialmente en las hileras de cabezas humanas todas ellas diferentes entre sí que decoran la fachada. No se sabe a ciencia cierta su significado, pero la principal teoría dice que representan a personalidades destacadas de la ciudad de aquella época y que colaboraron económicamente con su construcción.
En el interior llama la atención su grandioso tamaño, pero lo más destacado es el impresionante batisterio esculpido totalmente en piedra por el propio Dalmatinac.
El horario de la Catedral es de 9:30 a 18:30, pero los domingos abre a las 13:00. El precio es de 20kn por persona.
Otro bonito edificio justo enfrente de la parte lateral de la Catedral es la Loggia antigua, un palacio del siglo XVI que sirvió de ayuntamiento y que actualmente acoge varias cafeterías y restaurantes.
Justo al lado de la fachada principal de la Catedral se encuentra el Palacio episcopal, cuyas obras comenzaron en 1439, sólo ocho años después que las de la propia Catedral. Además, a espaldas de la Catedral podemos ver el Palacio Ducal, un edificio del siglo XVII que hoy alberga el Museo de la Ciudad (que no visitamos ya que no nos pareció demasiado interesante) y atravesar la Puerta del Mar, el antiguo acceso a la ciudad desde la costa.
Vamos a continuar nuestra visita callejeando desde la plaza hacia la zona más alta de la ciudad. Este barrio es el más pintoresco, lleno de pequeños callejones en cuesta y bonitos pasadizos de piedra. Merece la pena perderse un rato e ir descubriendo los muchísimos rincones que nos ofrece.
Aquí podemos ver el Monasterio de San Lorenzo y la Iglesia de San Lorenzo, ambos del siglo XVII. Lo más destacado sin duda es el pequeño y bonito jardín del monasterio, un ejemplo típico de jardín medieval mediterráneo que se puede visitar de forma gratuita y donde además hay un bar donde se puede tomar algo.
En la zona más alta llegamos al Castillo de San Miguel. Se trata de una fortaleza medieval recientemente restaurada en cuyo interior se ha montado un pequeño anfiteatro al aire libre donde se dan conciertos. El castillo en sí no tiene demasiado interés pero las vistas son espectaculares. El precio de la entrada son 50kn por persona.
Volvemos a bajar al centro esta vez por otro camino hasta llegar a la calle Zagrebacka, una de las más bonitas y animadas, con bastantes comercios y restaurantes. Aquí podemos ver un par de iglesias interesantes, San Crisógono y San Juan, en la cual destaca una bonita escalera en la parte exterior que se utiliza para subir al coro.
Paseando por esta calle finalizamos nuestra visita a Sibenik. Si se dispone de más tiempo, a unos 20 kilómetros se encuentra el Parque Natural Krka, famoso por sus bonitas cascadas. Nosotros lo tenemos pendiente para la próxima vez…
Si estás planeando tu viaje por Croacia, no olvides leer nuestro post con algunos consejos prácticos: Consejos para viajar a Croacia
También puedes leer todo sobre nuestra ruta por Dalmacia aquí: Ruta de una semana por la Costa Dálmata
Un comentario en «Qué ver en Sibenik en una mañana»