Llega Semana Santa y no hay planes, la idea es quedarse descansando en casa. Sin embargo, conforme se van acercando los días el picor viajero se mete en el estómago y nos ponemos a buscar algún destino que nos pille cerquita de casa y donde pasar un par de noches. Finalmente nos decidimos por Ronda, un precioso pueblo de la provincia de Málaga situado entre los parques naturales de la Sierra de las Nieves y de la Sierra de Grazalema y que tiene mucho más por descubrir de lo que la mayoría de la gente cree.
La historia de Ronda se remonta a tiempos de los romanos y, como en tantos otros lugares de la península, por ella han pasado visigodos y musulmanes hasta la conquista de los Reyes Católicos en 1485. Todos estos pueblos han dejado en Ronda multitud de lugares de gran interés, pero a pesar de todo el principal atractivo es su ubicación sobre una meseta que termina en una espectacular pared vertical, y que está dividida en dos por un desfiladero de 100 metros de profundidad excavado por el río Guadalevín a lo largo de los siglos. Todo este entorno es conocido como el Tajo y su imagen más conocida es la del puente que une ambos lados del desfiladero, conocido como Puente Nuevo.
Además, Ronda es considerada uno de los lugares más importantes en la historia de la tauromaquia. Para entender esto hay que remontarse al siglo XVI, cuando Felipe II fundó en esta ciudad la Real Maestranza de Caballería de Ronda, una institución cuyo objetivo principal era formar en equitación a los caballeros del ejército. En aquella época eran muy populares los espectáculos taurinos a caballo y la Real Maestranza los ofrecía a toda la población. Cuando en el siglo XVIII los toreros a pie toman el relevo de los toreros a caballo y se surgen los principales elementos del toreo moderno, la Real Maestranza construye la Plaza de Toros de Ronda, una de las más antiguas de España. A esto hay que sumar que en Ronda han nacido algunos de los principales toreros de la historia como Pedro Romero, Cayetano Ordóñez o Antonio Ordóñez y que aquí se celebra la famosa goyesca, una de las corridas más conocidas e importantes a nivel internacional y precisamente creada por los Ordoñez en 1954 para conmemorar el 200 aniversario del nacimiento de Romero.
Por estas y por otras muchas cosas que vamos a intentar descubrir en un fin de semana, Ronda es actualmente uno de los destinos turísticos más visitados de toda Andalucía.
Alojamiento:
La mayoría de hoteles y alojamientos se encuentran al norte del río, en la parte más nueva de la ciudad. Nosotros elegimos el hotel Arunda II. Se trata de un dos estrellas bastante correcto, habitación pequeña pero con todo lo necesario y limpio. No está en pleno centro pero sí muy cerca, a 5 minutos caminando de Carrera Espinel, la principal calle comercial de la ciudad y a 10 minutos del Puente Nuevo. Lo mejor fue el precio, 40€ por noche la habitación doble incluida la cuna para el niño y un desayuno continental suficiente para arrancar el día. Por tanto, la relación calidad/precio más que buena.
Dónde comer:
En Ronda hay cantidad de sitios donde comer genial a buen precio sobre todo a base de tapeo. Las principales zonas de concentración de bares son los alrededores de la Plaza de la Merced, la Plaza del Socorro, la zona de Calle Nueva, Carrera Espinel y alrededores, y en el otro extremo del pueblo en la Plaza de la Duquesa de Parcent y en la Plaza de San Francisco.
Ahí van algunas recomendaciones basadas en nuestra experiencia:
- Gastrobar Camelot: Al lado de nuestro hotel, en la Calle Comandante Salvador Carrasco. Es un bar con una gran variedad de tapas elaboradas muy ricas y muy bien de precio.
- Bodeguita El Coto: Situado en la Calle Nueva, es la típica tasca con tapas tradicionales tiradas de precio y lleno de gente local. La comida buenísima también.
- Bodega San Francisco: Está en la misma Plaza de San Francisco y es otro sitio llenísimo de gente local donde sirven platos y raciones tradicionales a buen precio.
- Confitería Daver: En la Calle Virgen de los Remedios, al lado de la Plaza del Socorro. Tienen bollería y pastelería buenísima, es un buen sitio para desayunar o merendar.
Qué ver:
Si como nosotros dispones de dos días para visitar Ronda, lo más recomendable es dedicar un día a visitar la parte nueva, que se encuentra al norte del Puente Nuevo, y el otro a visitar la parte más antigua, que es la ubicada al sur.
Hay que decir que existe un bono turístico por 8€ que incluye los siguentes puntos de interés: el Centro de Interpretación del Puente Nuevo, el Palacio de Mondragón, los Baños Árabes y el Museo Joaquín Peinado. Nosotros no lo sacamos porque algunos de los lugares no entraban en nuestros planes y no nos salía rentable. No obstante en el siguiente enlace de la web oficial de turismo de Ronda hay información sobre el bono, así como horarios y precios de los distintos monumentos de la ciudad, planos, etc…
http://www.turismoderonda.es/es/de-utilidad/horarios-planos-folletos
Día 1:
Comenzamos nuestra visita por la parte nueva de Ronda caminando por la principal calle comercial de la ciudad: Carrera Espinel, más conocida como La Bola, una calle peatonal donde hay una gran cantidad de tiendas y sitios para tomar algo.
Llegamos a la Plaza del Socorro, una de las más bonitas y concurridas de la ciudad. Llama la atención una fuente que representa el escudo de Andalucía, debido a que fue en una asamblea celebrada en esta ciudad en 1918 cuando se establecieron el himno el escudo y la bandera de Andalucía. También podemos encontrar en la plaza una estatua de Blas Infante, considerado el padre de la autonomía andaluza, o la Iglesia del Socorro.
A continuación nos dirigimos hasta la plaza de la Merced, donde se encuentra la Iglesia de la Merced y desde donde accedemos a la Alameda del Tajo, un parque por donde se puede dar un paseo. Aquí podemos ver las estatuas dedicadas a la goyesca y a Pedro Romero.
En la Alameda del Tajo hay varios miradores desde los cuales se tienen unas vistas impresionantes del Tajo y de los alrededores de Ronda. Si se camina hacia el norte accedemos al Paseo de los Ingleses, un bonito paseo al borde del acantilado cuyo nombre se debe a que se construyó para comunicar el Hotel Reina Victoria, donde se alojaban principalmente ingleses adinerados, con el centro de la ciudad.
Damos la vuelta y recorremos la Alameda por el Paseo de Blas Infante en dirección al Puente Nuevo hasta llegar a la Plaza de Toros, que fue inaugurada en 1785 siendo así una de las más antiguas y pintorescas de España. Nosotros no somos taurinos ni hemos ido a una corrida de toros en la vida, pero aún así la visita nos resultó curiosa. Se pueden visitar algunos de los elementos principales de la plaza como los corrales, los toriles o el picadero y además se puede salir al coso o subir a las gradas. Bajo las gradas se ubican varios museos, siendo el más destacado el Museo Taurino, con gran cantidad de fotografías, trajes de luces, etc… relacionados con la historia de la plaza y el mundo del toreo en general.
En el lateral de la plaza que da a la calle Virgen de la Paz podemos ver las estatuas de los toreros rondeños Cayetano y Antonio Ordoñez.
La entrada cuesta 7€ y el horario varía en función de la temporada. En temporada alta es de 10:00 a 20:00 pero en invierno cierra antes. En la web oficial de la Real Maestranza de Caballería de Ronda está toda la información necesaria para la visita.
http://www.rmcr.org/es/visita.html
Junto a la Plaza de Toros podemos dar un paseo por los Jardines de Blas Infante, donde podemos encontrar las estatuas a Orson Welles y Ernest Hemingway, dos personajes muy ligados a la ciudad especialmente por su afición a los toros, o uno de los miradores más espectaculares de la ciudad, el Mirador de Ronda o Balcón del Coño, llamado así porque es la expresión que se te suele escapar cuando te asomas por allí y más aún cuando luego te das cuenta de dónde has estado.
Por fin ha llegado la hora de dirigirnos al famoso Puente Nuevo, sin duda el icono de la ciudad y el lugar más fotografiado. Este puente fue construido en la segunda mitad del siglo XVIII para unir la parte antigua con la parte nueva de la ciudad de Ronda. Vino a sustituir a otro puente construido unos años antes y que se derrumbó seguramente por deficiencias en su construcción.
Podemos echar algunas fotos desde los miradores que se encuentran alrededor del Parador de Ronda, que está situado en la Plaza de España junto al puente, aunque las mejores vistas del puente las tendremos mañana desde la parte más antigua de la ciudad.
Bordeando el Tajo llegamos a los Jardines de Cuenca, unos jardines espectaculares situados de forma escalonada sobre la pared del desfiladero y desde el que se tienen grandes vistas de toda la garganta, del Puente Nuevo y de la parte antigua de la ciudad.
Si atravesamos los jardines llegamos a la parte baja del desfiladero, donde se encuentra el Puente Viejo, que se encargaba de comunicar las dos partes de la ciudad hasta la construcción del Puente Nuevo.
Terminamos nuestra visita caminando por la calle Real hasta la Fuente de los Ocho Caños, la fuente más antigua y donde se encontraba el centro comercial de la parte nueva de la ciudad.
Como es Semana Santa nos vamos temprano al hotel para darnos una duchita y preparanos para dar una vuelta por las procesiones.
En el siguiente mapa están todos los lugares visitados en el día de hoy.
Día 2:
Hoy toca visitar la parte más antigua de Ronda, con lo que tempranito en pie que hay mucho por ver. Nos dirigimos al Puente Nuevo y cruzamos al otro lado para comenzar nuestra ruta.
Esta zona de la ciudad es muy bonita y merece mucho la pena pasear sin prisa por sus calles, ya que siempre hay rincones chulos que nos sorprenderán.
Nada más cruzar el puente a mano izquierda tenemos el Mirador de la Aldehuela, donde podemos echar algunas fotos al Puente Nuevo, y un poco más adelante el Mural a los viajeros románticos.
A continuación nos dirigimos hasta la Casa de Don Bosco, un palacete de principios de siglo XX donde lo más interesante es un bonito jardín desde el que hay buenas vistas del Tajo y los alrededores. No es imprescindible. Abre de 9:30 a 14:00 y de 14:30 a 17:30 y la entrada vale 2€.
Callejeando por esta zona podemos ver algunos lugares pintorescos como la pequeña Iglesia de Nuestra Señora de la Paz, patrona de la ciudad, la Plaza del Gigante donde se encuentra la Casa del Gigante de época musulmana, o la Plaza de María Auxiliadora. Desde esta última sale un camino que baja hasta el río y desde donde se pueden tomar las mejores imágenes del Puente Nuevo. No es necesario bajar hasta abajo del todo, ya que a mitad de camino más o menos hay un mirador desde donde se tienen unas estupendas vistas. Si decides bajar hasta abajo del todo podrás ver la Puerta de Cristo, junto con algunos restos de la muralla de la época musulmana. Si como nosotros vas con un niño pequeño debes saber que el camino no es muy cómodo para ir con carrito y es bastante empinado, pero merece la pena el esfuerzo.
Tras subir de nuevo por el sendero, beber un poco de agua y agradecer que estemos en abril y no en agosto, nos dirigimos al Palacio de Mondragón, un bonito edificio de origen musulmán, aunque la mayoría de lo que se puede ver hoy en día es posterior a la reconquista y de estilo mudéjar. Este edificio servía como residencia de los Reyes Católicos cuando visitaban la ciudad y actualmente acoge el Museo Municipal. La visita merece la pena más por el edificio y sus jardines que por el contenido del museo.
La entrada vale 3,5€ y abre de lunes a miércoles de 10:00 a 19:00, jueves y viernes de 10:00 a 22:00, los sábados de 10:00 a 15:00 y de 19:00 a 22:00 y los domingos y festivos de 10:00 a 15:00.
Continuamos hasta la Plaza de la Duquesa de Parcent la cual ha sido históricamente la pincipal de Ronda. Actualmente en ella podemos ver el Ayuntamiento, el Convento de las Clarisas y sobre todo la Iglesia de Santa María la Mayor o Catedral de Ronda. Esta Catedral fue mandada construir por los Reyes Católicos en 1485 sobre la antigua mezquita (de hecho aún se conservan algunos restos de esta). Su construcción duró hasta el siglo XVII debido a que fue interrumpida por un terremoto en 1580 que la destruyó parcialmente. Este hecho hace que sea bastante curiosa, ya que su interior está dividido en dos partes claramente diferenciadas incluso para los que no somos muy entendidos en arquitectura, la primera de estilo gótico y a continuación de estilo renacentista. También se puede subir a la parte alta desde donde se tienen buenas vistas de la plaza y el resto de la ciudad.
Se puede visitar la Catedral de lunes a sábado de 10:00 a 20:00 y los domingos y festivos de 10:00 a 12:30 y de 14:00 a 20:00, y la entrada cuesta 4,5€.
Caminando por la calle Armiñán llegamos hasta la Iglesia del Espíritu Santo, una iglesia con aspecto de fortaleza cuya construcción se inició el mismo año que la Catedral. Se puede visitar de lunes a sábado de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 y la entrada cuesta 1€ e incluye la posibilidad de subir a la torre, aunque el acceso está en bastante mal estado y las vistas no son nada del otro mundo.
A las espaldas de la iglesia se encuentra la Puerta de Almocábar, de origen musulmán, junto con restos de las antiguas murallas.
Damos la vuelta y nos dirigimos hacia el Puente Nuevo hasta llegar a la altura de la Plaza Abul Beka, donde se encuentra el Alminar de San Sebastián, un minarete de una antigua mezquita. Bajando por la calle Marqués de Salvatierra salimos al Palacio del Marqués de Salvatierra, una bonita casa típica de Ronda del siglo XVII, pasamos por la Puerta de Felipe V y finalmente llegamos a los Baños Árabes, que son bastante interesantes porque se encuentran en un gran estado de conservación y se pueden observar de forma bastante clara todas las partes que los componían. Además, desde esta zona se pueden ver las murallas de la parte este de la ciudad y el Puente de San Miguel, posiblemente de origen romano.
La entrada a los Baños Árabes cuesta 3,5€ y el horario es de lunes a miércoles de 10:00 a 19:00, jueves y viernes de 10:00 a 22:00, los sábados de 10:00 a 15:00 y de 19:00 a 22:00 y los domingos y festivos de 10:00 a 15:00.
Vamos a subir ahora por la Cuesta de Santo Domingo hasta llegar a la Casa del Rey Moro. El palacio en sí no se puede visitar, pero lo interesante es que desde sus jardines (diseñados por cierto por Forestier) se accede a la Mina de agua, una espectacular obra de ingeniería de la época de los musulmanes que aprovechando una grieta natural en el interior de la montaña construyeron una escalera tallada en la propia roca que comunicaba el palacio con el río, salvando los casi 100 metros de desnivel entre ambos. El propósito principal de esta obra era abastecer de agua al palacio, de hecho se dice que una cadena humana de esclavos encadenados a lo largo de las escaleras se encargaban de ir transportando el agua desde el río hacia arriba. Otro propósito igualmente importante podría ser proporcionar a los habitantes del palacio una vía de escape secreta a través del río.
En definitiva, es una obra única e impresionante por la complejidad que tenía para su época y merece totalmente la pena la visita.Eso sí, si vas con niños pequeños prepárate a hacer brazos. Dani se portó como un campeón, las bajó él solo y consiguió subir la mitad.
El precio de la entrada es de 5€ y abre todos los días de 10:00 a 20:00.
Un poco cansados de la visita a la Mina, continuamos subiendo para llegar a nuestra última visita del día. Se trata del Museo Lara, una de las colecciones privadas más grandes de España donde se pueden ver objetos antiguos de lo más variado y curioso, como por ejemplo relojes, teléfonos, máquinas de escribir, cámaras de cine, cámaras de fotos, armas, todo tipo de instrumentos científicos, etc… Es una visita recomendable para todo el mundo pero especialmente los niños disfrutarán bastante, porque además, es bastante interactivo. Dani desde luego se lo pasó de escándalo.
Abre todos los días de 11:00 a 20:00, la entrada vale 4€ y en su web oficial se puede encontrar toda la información.
Este es el mapa de nuestra visita de hoy.
Tras descansar un ratito y reponer fuerzas, vamos a poner el broche de oro a nuestro viaje a Ronda dando un paseíto nocturno de despedida por la zona antigua y tengo que decir que si bonita es de día, de noche no se queda atrás.
Nos ha encantado Ronda, y aunque sabíamos que tenía mucho que ofrecer realmente nos ha sorprendido para bien. Tiene bien merecido ser uno de los principales destinos turísticos de Andalucía y sin duda es un lugar ideal para una escapada.
